Esta receta es perfecta para un día caluroso en el que no nos apetece mucho cocinar con el fuego o el horno. Ademas, nos puede servir de centro o entrante en una comida con familia o amigos.
Estos días he estado por mi tierra, Tudela, que como ya os he contado en varias ocasiones, es bien conocida por sus verduras y hortalizas. Siempre que voy por alla, intento aprovechar la calidad de los productos de la zona para cocinar, aunque he de reconocer que esta vez no tuve nada de tiempo para ello.
Y es que ya lo dice mi madre, no se puede estar en misa y repicando… Así que con tantos amigos que ver y momentos que disfrutar, no dio tiempo a todo. Por esto, hoy dedico mi post a ellos, a todas esas personas que me hacen sentir como en casa siempre que voy por allá, que te reciben como si no hubiera pasado el tiempo y como si la distancia no importara.
En fin, que no me emociono mas hablando de Navarra y sus gentes y paso a hablaros de uno de los ingredientes estrella de este plato: El esparrago blanco.
Su principal beneficio es que es un gran diurético natural, ya que está compuesto principalmente por agua y además contiene esparragina (sustancia que se elimina por la orina), por lo que facilita la eliminación de líquidos evitando así edemas y problemas con la tensión alta. Además al contener poco azúcar es ideal para la dieta de las personas diabéticas. 
Por otro lado, son una buena fuente de Zinc, importante para el buen funcionamiento de nuestro cerebro y que ayuda a aumentar la potencia sexual y favorece la fertilidad. Ademas es uno de los vegetales más ricos en proteínas, fibra y ácido fólico, tan recomendado en el embarazo.
Por ultimo, al contener glutatión, ayuda a desintoxicar y a descomponer los agentes cancerígenos del cuerpo, por lo que se le se considera un gran anticancérigeno.
También son buena fuente de Hierro, Magnesio, Potasio, favoreciendo nuestro sistema inmunitario, aconsejable para las personas que tengan anemia ferropenica.
En la receta de hoy no cocinaremos el esparrago de manera especial, simplemente lo consumiremos cocido, del bote. Eso si, una vez mas os recomiendo que probéis el de denominación navarra. Cuando lo hagáis, entenderéis por que tienen aquella famosa denominación de ser c***nudos 😉
Ingredientes:
- Pimientos del piquillo
- Humus o Pate de Pimiento (ver enlace para receta)
- Espárragos blancos cocidos
- Canónigos
- Aceite y vinagre de Módena
Modo:
- Hacemos el humus o nuestro paté de pimiento siguiendo la receta del link.
- Rellenamos nuestros pimientos del piquillo con el paté vegetal y cortamos nuestros espárragos por la mitad, usando la parte de la punta para nuestro plato. No desechéis el resto del esparrago, es igual de rico y la única razón por la que usamos la punta es para que el plato quedara mas bonito.
- Colocamos los canónigos en el centro y alternamos los pimientos rellenos y los espárragos a su alrededor.
- Finalmente aliñamos todo con un buen chorretón de aceite virgen extra y vinagre de Módena antes de servir.
Espero que disfrutéis de esta fácil y rápida receta de verano 🙂
La Tetera Eléctrica 